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El día que conocí a Santillana

El día que conocí a Santillana

Fue después del Mundial de 1982, sí,  el de naranjito, cuando mi padre me dijo “mañana vamos a ir a que conozcas a Santillana”. Esa noche no pude dormir. Iba a conocer a Santillana … mi héroe, el mejor, el único … mis 11 años no me daban para más … simplemente iba a ver a “EL MEJOR”.
Aún recuerdo el enorme esfuerzo que me costó el levantar la mirada cuando Santillana me rascó con cariño la cabeza, aquel abrazo que me dejó un olor inolvidable, aquellas palabras divertidas, el hormigueo del estómago…Pero sobre todo me acuerdo su caminar cuando se acercaba a nosotros y saludaba a mi padre “Qué pasa Cano!” le dijo con una sonrisa. Aquel caminar que se me hizo  eterno, que me costó mantener la mirada en su mirada … esa luz llena de energía que desprendía.

Y es que hay poca, muy poca gente que desprende esa energía, pero cuando la ves, te llena de fuerza, te recarga las pilas, te dan ganas de …comerte el mundo.

Y esta mañana he vuelto a ver esa energía, 30 años después, cuando crees que ya has visto y sentido todo, cuando crees que la madurez te enseñó todo, aparece en clase de nuevo esa fuerza. Esta mañana estaba nervioso, pero un nervio positivo, ansioso, generoso, como cuando fui con mi padre a la ciudad deportiva del Real Madrid. Hoy he tenido el honor de conocer a Isra García. Cuando se abrió la puerta del aula y le he visto entrar el color, el brillo, la energía han cambiado por completo.

Prometí a mis alumnos que les tenía una sorpresa preparada, y es que en mis cursos siempre intento traerles personalidades de los elementos que imparto. Primero fue David Meca en un curso de psicología deportiva, luego Rosa Rosado en mis clases en el Máster de Comunicación de la UCM y en este caso en mis clases de Community Manager y Social Media no podía ser otro. Acompañado por sus “generales” escoltándole entró en clase. Ni un solo segundo de silencio hemos tenido durante las dos horas largas que nos acompaño. Sus palabras de ánimo, de fuerza, sus anécdotas de su “aventurera” vida hasta llegar a donde a llegado nos han llenado, sobre todo a los alumnos, de ese “pinchazo en el culo” que muchas veces se necesita para dar el primer paso en este duro camino que es la vida laboral.

Pero lo que más me ha sorprendido es el paralelismo de nuestras vidas, al igual de compartir el mismo peluquero, jajajaja. Nuestra debilidad por el deporte como elemento básico en la vida, el empezar desde abajo, el tener que salir fuera a “buscarnos la vida” … la necesidad de comunicar y de compartir nuestros conocimientos con los demás … el comprobar que los grandes son de carne y hueso y que sobre todo Isra tiene bien puestos los pies en el suelo y que a llegado a donde a llegado por méritos propios y porque es un grande. Una vez me dijeron que “la humildad se consigue con grandeza” y puedo garantizar que hoy lo he comprobado.

Este post puede parecer una “Oda al peloteo”, pero os puedo garantizar que ya con mi edad, no me hace falta “bailar el agua a nadie”, simplemente es un post dedicado a una persona que intenta hacer grandes a los demás, tarea difícil en los tiempos que corren, y que sobre todo tiene la increíble necesidad de comunicar y de concienciar a los demás que todo es posible.

Isra, gracias por tu visita. Ya puedo presumir que tengo un amiguete más.

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